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Ve con pesadumbre el actual escenario político y económico de Chile, pero no puede dejar de preocuparse. Vive desde hace décadas en Estados Unidos y ya tiene claro que no volverá al país. El economista y académico de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) Sebastián Edwards prevé que un alza de la carga tributaria “es inevitable” y que la elección presidencial que se avecina “es la coyuntura política más importante en lo que va del siglo”.
Al exponer en el seminario “Chile y las empresas, más allá de la contingencia”, organizado por Altadirección Capital y PAUTA, Edwards dijo que más que preguntarse si va a subir la carga tributaria, la duda es cuán rápido lo hará y qué impuestos se modificarán. “Hay que hacerlo con gradualidad en un horizonte largo”, dice, y además pide “volver a escuchar a los técnicos”.
Por esto, espera que no prosperen “malas ideas” como el “impuesto a los superricos”, los tributos patrimoniales, un nuevo royalty minero (“que si no hace bien puede matar la gallina de los huevos de oro”) e impuestos “disfrazados”, como las cotizaciones.
“El problema es simple y trágico. Tuvimos una revuelta en que la clase media exige mejor salud y educación, barrios de más calidad. Pero lo que no se puede hacer es darles todo lo que piden cobrando impuestos a esa misma clase media”, resumió. Es en los impuestos a las personas donde está la mayor brecha de Chile respecto de países a los que quiere parecerse, indicó.
Su propuesta apunta a elevar en 15 años la carga tributaria desde 21% del PIB actual a un rango de entre 28% y 30% del PIB. Esto considera un mix que, entre otros, incluye eliminar exenciones tributarias “por más doloroso que sea”, partiendo por la asociada al diésel; rediseñar el impuesto a la herencia y un pacto social para elevar impuestos a la clase media en las rentas entre $2 millones y $3 millones de salario imponible.
El asunto no es proponer aumentar carga tributaria al impuesto a la Renta de 1a. Categoría a las empresas, si siguen manteniendo el beneficio que ese mismo impuesto les sea devuelto a los empresarios, socios y accionistas como Crédito. Si la empresa ahora paga, por ejemplo 25% Impto y ese mismo 25% se les devuelve, en suma y resta tenemos 25% menos 25% = 0, Es decir, en Chile las Empresas NO PAGAN impuesto, de manera que manteniendo esta misma franquicia, el aumentar el impto. al 28%, 30% ó 100%, el fisco nunca tendrá saldo a favor. Hay que eliminar los Créditos e incluso con una tasa del 15% ò 20% SIN CREDITOS, la recaudación final sería muy importante, como era hasta el año 1984 cuando la dictadura Inventó el Fut.
También hay que terminar con la Rentas Presuntas, a la Agricultura, el Transporte, a los DFL2 desde 2a. vivienda en arriendo, Acciones, Mineria, etc, etc.