Señales de obsolescencia:
❌ Clientes que no entienden (ni valoran) el trabajo del contador.
❌ Servicios centrados solo en el SII, no en el negocio.
❌ Cero automatización, sin dashboards, sin reportes útiles.
❌ Pérdida de clientes frente a nuevas plataformas digitales.
❌ Reputación estancada: el contador como “un mal necesario”.
El problema no es la contabilidad.
El problema es seguir haciéndola como si estuviéramos en 2005.
Las oficinas contables no están condenadas a desaparecer. Pero sí están obligadas a transformarse y esa transformación ya comenzó.