¿Conocen las autoridades el principio de la Partida Doble?
El error de la CNE no es distinto al que se repite a diario en miles de empresas y organismos públicos: la dependencia excesiva de planillas electrónicas dispersas y cálculos manuales.
No hay trazabilidad, no hay consistencia, no hay control.
La Partida Doble — uno de los mayores inventos de la historia — nació precisamente para evitar esto.
No es un formalismo, sino un principio de verdad: Cada dato tiene su respaldo, cada movimiento su contrapartida, cada registro una explicación verificable.
La contabilidad, cuando se aplica con método y tecnología, no solo muestra resultados: muestra realidades.
Y es, en esencia, el antídoto contra el maquillaje de los números.
De la ilusión al método
El “error de cálculo” debería servirnos de lección.
No basta con digitalizar, hay que metodizar.
No se trata de tener sistemas, sino de aplicar principios que aseguren consistencia, trazabilidad y verdad.
Porque en un mundo donde los números ya no cuadran, la única realidad confiable es la que puede rastrearse, replicarse y comprobarse.
Todo lo demás es ilusión…hasta que la realidad explota.
Epílogo
Algunos pensarán que sacando al ministro se resuelve el problema.
De ser así, seguro nos quedaríamos sin ministros.
El problema no está en los nombres, sino en la falta de método, control y trazabilidad.
Debemos generar un nuevo lenguaje de los negocios, uno basado en datos certeros y trazables, que nos muestre realidades que no dependan de interpretaciones.
Solo entonces dejaremos de hablar de errores de cálculo, y empezaremos a hablar de verdades contables.