“Muy pronto”. Es la frase que se repite entre las autoridades de gobierno cuando se les consulta respecto a la presentación de la nueva reforma laboral al Congreso.
Es que tanto el Presidente Sebastián Piñera como el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg habían colocado como fecha de presentación antes del 31 de enero. Sin embargo, la iniciativa que se presentaría hoy en La Moneda – según fuentes de gobierno- ya se postergó para las primeras semanas de marzo. Además, hoy también se inicia el receso legislativo, por lo que las dudas respecto a cumplir con los plazos son evidentes.
Pese a los tiempos, la reforma ya está visada por el Presidente Piñera.
“La reforma laboral está terminada, está lista. Después de un trabajo detallado que hicimos con parlamentarios de gobierno y oposición, con dos mesas, una sindical y otra técnica de expertos, y ese proyecto de reforma está terminado, aprobado por el Presidente y él definirá el momento oportuno de ingresarla, pero aseguro que será muy pronto”, dijo el ministro Monckeberg.
Estrategia legislativa
Pero más allá de la fecha, para el gobierno lo esencial es que las medidas que se presenten tengan una efectiva tramitación, por lo que entre las definiciones está que en vez de presentar un solo gran proyecto con 5 ejes (adaptabilidad y conciliación trabajo y familia; nuevas formas de empleo; competencias y mejor formación; nuevas formas de fiscalización y relaciones colectivas más justas), se ingresen iniciativas por separado y por ambas cámaras, sobre todo considerando que habrá modificaciones en la legislación laboral sensibles para la oposición y el mundo sindical.
Esto, según fuentes de gobierno, es lo que estaba definido hasta hoy, pero también indican que la estrategia podría sufrir cambios de aquí a su presentación.
En este contexto, la batería de proyectos, que contempla casi el 80% de las recomendaciones realizadas por los técnicos y las tres centrales sindicales en las mesas de trabajo, podrían ser tramitados de manera paralela.
Si bien no hay claridad de cuántos proyectos serán, en el inicio de su diseño se había contemplado llevar una iniciativa relacionada con los contratos colectivos e individuales de los trabajadores y otras dos para las modernizaciones de la Dirección del Trabajo (DT) y del Servicio de Capacitación y Empleo (Sence).
También existe la alternativa que los temas “más delicados”, relacionados con los cambios a la reforma laboral de la expresidenta Bachelet, como reanudar los grupos negociadores y las formas de reemplazo en huelga, estén en un sólo proyecto, pues son temas que ya han causado el rechazo de parlamentarios de la oposición y de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
A esto se suma el complejo escenario de las modificaciones al sistema de indemnización por años de servicio, el cual podría ir por su propio carril, pues este no tiene respaldo de los gremios, tanto de trabajadores como empresariales, pese a que las autoridades han señalado que sería un mecanismo alternativo al actual (hasta 11 años) y a todo evento.
Tanto es así, que el propio Presidente habría reconocido a los expertos que entregaron sus recomendaciones que este era un tema complejo y muy difícil de llevar, ya que tampoco es parte del programa de gobierno. Otros temas que abordará esta reforma tienen que ver con flexibilidad en las jornadas de trabajo y nuevos empleos por automatización.
Artículo de Pía Toro M.
Fuente: La Tercera