El estallido social viene generando múltiples efectos colaterales en la economía chilena y los mercados financieros, donde uno de los activos que más se ha visto impactado ha sido el dólar.

Lo anterior, ya que el tipo de cambio se ha elevado $83,6 hasta $795,67 desde el 18 de octubre, cuando se iniciaron las manifestaciones, acumulando en el año un aumento de $101,6. Pero el alza podría conllevar un efecto tributario importante para algunas empresas locales.

Según Javiera Contreras, socia líder de Consultoría Tributaria y en Transacciones de EY, dicho impacto lo sentirán las compañías chilenas que registran activos (inversiones) adquiridos o contraídos en moneda extranjera.

“La razón de lo anterior es que la ley de la renta obliga a la aplicación de corrección monetaria sobre dichos activos y pasivos y lo hace usando la cotización de la moneda de dichos activos/pasivos. Esto genera resultados tributarios distorsionados por la fluctuación del tipo de cambio, que pueden traducirse en utilidades o pérdidas que no dicen relación con el curso normal de los negocios”, explica la experta de la firma de auditoría externa.

La ejecutiva detalla que, en palabras simples, “tener activos o pasivos en moneda extranjera puede generar ingresos o gastos tributarios “fantasmas”, que no nacen de la operación, sino sólo de la fluctuación de la moneda y que en aquellos casos en que los activos exceden los pasivos en moneda extranjera resultarán en un mayor pago de impuestos”.

Por ejemplo, si una empresa invirtió US$1 millón, para efectos tributarios hay que convertirlos a pesos al valor del 1 de enero de 2019 y al 31 de diciembre de 2019, donde se revisa si en ese periodo hubo utilidad o pérdida. Si durante ese lapso se da un incremento de $120 por dólar, el activo tendría $120 millones de ganancias. De este modo, la compañía deberá pagar más impuestos sólo por efecto de la variación del tipo de cambio, pese a que el activo sigue tal como al inicio del periodo.

Considerando que a raíz de la incertidumbre generada por la crisis social varios inversionistas locales comenzaron a liquidar sus posiciones en Chile para tomar exposición afuera, Contreras advierte que aquellas firmas que no tengan la autorización del Servicio de Impuestos Internos (SII) para llevar contabilidad en moneda extranjera se verán expuestas a la fluctuación de la divisa y podrían terminar pagando más impuestos sólo por el alza del tipo de cambio.

Además, indica, dependiendo de la inversión que se realice en el exterior, ésta podría considerarse renta pasiva y, por lo tanto, quedar afecta a la tributación sobre renta devengada, pese a que la renta no haya sido efectivamente distribuida al inversionista local.

Las posibles beneficiadas
La senda alcista del dólar también podría dejar algunas empresas beneficiadas por los efectos tributarios que conlleva.

“Aquellas que tengan pasivos en moneda extranjera podrían generar gastos/pérdidas tributarias que rebajarán el pago de impuesto. Es necesario considerar en el análisis las políticas de cobertura de las empresas, ya que de existir estas podrían mitigar tanto las pérdidas como las utilidades”, afirma Contreras.

De todos modos, la experta tributaria entrega algunas recomendaciones para compensar el impacto.

“Hay dos formas, una formal, que es tener la autorización del SII para llevar contabilidad en moneda extranjera (que sólo se otorga en casos específicos) y la otra es un hedge (cobertura) natural entre activos y pasivos en moneda extranjera, con lo cual en el neto no genero utilidades por corrección monetaria”, señala.

Artículo de Gabriel Alvarez
Fuente: La Tercera

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