Toda empresa reconoce hoy en día la importancia y necesidad de cambiar. Toda empresa sabe que si no lo hace compromete su supervivencia. La consigna pareciera ser “Cambiar o Morir”. Las oficinas de servicios contables, principales prestadores de servicios empresariales a las empresas PYMES, al parecer no están exentas de esta realidad y consigna. Pero ¿tienen claro los dueños de las empresas qué modificar en su negocio y porque necesitan imperiosamente cambiar?.

La necesidad de adecuarse a los cambios con los últimos avances tecnológicos y en especial la INTERNET – una verdadera revolución que enfrentamos en el ámbito de las comunicaciones- y que antes dicho acceso a la información se traducía en la generación de una importante ventaja competitiva, hoy se advierte en un contexto en que lo importante no es sólo disponer de la información sino distinguir y discernir aquella que es pertinente y cómo utilizarla eficazmente.
De esta forma, la introducción masiva y obligatoria de sistemas como el nuevo modelo de Facturación Electrónica, todo esto sumado a la aplicación de diversos procedimientos de control que surgen a partir de la nueva Reforma Tributaria, ponen en serio riesgo el incremento de desempeño, competitividad y rentabilidad de los servicios en las oficinas contables tradicionales y los servicios de los profesionales contables.

En efecto, está en juego su subsistencia y sin duda existe una posibilidad cierta de que desaparezcan si no cambian profundamente su forma tradicional de hacer negocios y de prestar sus servicios. Pero no sólo enfrentamos variables externas en esta crisis, también existen variables internas…

Artículo de Opinión

Nacimiento de la crisis en la tradicional oficina de servicios contables

Si observamos el modo tradicional de hacer negocios durante fines y comienzo del siglo XX, sustentado en una estructura piramidal y jerárquica, donde normalmente el dueño de la oficina contable era el contador fundador de su propia oficina, lugar en que principalmente realiza un trabajo manual de registro de operaciones que requiere de cierta habilidad mecánica, con un mínimo de aplicación de tecnología en los procesos, poca iniciativa, un trabajo rutinario y ausencia de innovación en los procesos del servicio o negocio. Todo esto ya no es sustentable.

El trabajo que hoy predomina en las empresas es muy diverso. Antes prevalecía el trabajo manual, hoy el trabajo intelectual es el más importante en la capacidad de generación de valor en las empresas y por ello cada vez será menos significativo en las empresas el trabajo manual y rutinario.
En este análisis, recuerdo una reciente reunión con varios dueños de oficinas de contabilidades y, a propósito de cambios, les resaltaba la importancia que los sistemas trabajarán de modo integrado para que así fuese más eficiente el manejo de la información contable. Tal vez parecía algo tan elemental y obvio, pero no fue así. Uno de ellos preguntó cuál era el costo económico de esa integración de sistemas y luego dijo: “Me conviene más poner a digitar a un par de operadoras para hacer ese trabajo”. No cabe duda que ese contador todavía está anclado en un trabajo manual de muy poco valor agregado para las empresas.

Nadie podría decir que este cambio será fácil, estamos en una nueva era -la del conocimiento-, aquella donde se requiere de trabajadores más intelectuales y sensibles al sentido que tiene el trabajo. Por ello en este nuevo paradigma tendrán muy poco espacio los trabajos de digitación o similares.

Y siguiendo en el mismo encuentro, y al preguntarle a los integrantes de una organización cuánto de su potencial creen que están utilizando en su trabajo, la respuesta es cercana al 20% y es una clara evidencia de la crisis que enfrentamos, un gran desafío de productividad y eficiencia.

El trabajador intelectual requiere de nuevos conocimientos, distintas habilidades y competencias para su mejor desempeño lo que hace más complejo el problema de productividad. No sabemos cómo incrementar la productividad del trabajador del conocimiento y no sabemos tampoco cómo gestionar el conocimiento. La capacitación permanente y activa no forma parte del proceso de servicios y requerimientos internos de las organizaciones, entendiendo que quien posee el conocimiento tiene la capacidad de realizar eficientemente sus tareas.

Por todas estas razones, el modo tradicional de hacer empresa hoy ya no funciona, el valor de esos tradicionales servicios contables y tributarios muestra signos inequívocos de agotamiento y, cada vez, es más notoria la objeción al precio de los servicios por parte de los clientes de estas oficinas, la pérdida de valor que está oferta ha sufrido a través del tiempo resiste incluso el pago de cualquier honorario, por muy bajo que este sea.

Así uno de los principales problemas es que no se percibe con claridad el valor en la actual oferta de estos servicios frente a otras ofertas “similares” y gratuitas del mercado y muchos empresarios se preguntan ¿Por qué pagar por algo que en otras partes es gratuito?

Claro está que en un comienzo el tipo de organización de las oficinas de servicios respondía a requerimientos principalmente de procesamiento de datos, con un componente básico de ciertos conocimientos en temas tributarios, para así apoyar el cumplimiento tributario de las empresas de estas organizaciones de servicios y su mayor competencia la constituía otras oficinas y contadores con una estructura y oferta similar.
Pero la estructura de la competencia en el mercado de los servicios tributarios y contables también cambió, fenómeno que se inicia a mediados del años 1990, surgiendo la primera declaración de “guerra” a estos servicios tributarios tradicionales, una primera amenaza de quién se suponía era un “aliado” del contador: el Servicio de Impuestos Internos, organismos que en el Suplemento Tributario de la fecha declara en una publicidad de página Completa ¨Haga Click aquí y… olvídese de su Contador¨, haciendo referencia en esa época a las declaraciones de Impuesto a la Renta del Formulario 22, y por cierto, fueron muchos los contadores de esa época que se molestaron con esa declaración. Para otros, fue solo una molestia y al parecer no lograron percibir el trasfondo de sustitución que estaba implícito en esa histórica declaración.

Ahí comienza la integración vertical, surge un nuevo y relevante actor en un mundo de servicios que en esa época le era propio y exclusivo de los contadores: la confección de las declaraciones de impuesto.
Pero sin duda, esa primera de declaración ¨Haga Click aquí y… olvídese de su Contador¨ fue solo una señal de un cambio mucho más profundo.

Pocos años después, el mismo actor -SII- aparece llamando a una licitación para incorporarse como un nuevo prestador de servicios contables, esta vez en relación con la “Contabilidad Simplificada”. Hoy día este aliado es el mayor prestador de servicios contables y tributarios en Chile, servicios para llevar la “Contabilidad Simplificada” y también la “Contabilidad Completa”, cuenta con la más moderna plataforma tecnológica para realizarlos y, por si fuera poco, también aparecen nuevos actores que surgen como competencia directa de las oficinas de contabilidades y profesionales contadores, los servicios contables “en la nube”, basados en sistemas informáticos que residen en servidores donde el contador pasa a ser un simple usuario de esos servicios.

No sólo factores internos y externos en la forma de prestar los servicios se han transformado, sino las nuevas condiciones de mercado en la oferta de servicios contables y tributarios ha cambiado profundamente. Como sabemos existen nuevos actores y condiciones de gratuidad en la oferta.
Muchos pueden hacer muchos “Click”, pero sentimos que los contadores y sus servicios perdurarán por siempre. Pensamos que es imperativo renovar los servicios contables, creemos que hay que transformar las organizaciones de las oficinas de servicios contables. En definitiva, hay que innovar.

De eso queremos hacernos cargo, creemos y nos debemos a los contadores. Nosotros en conjunto con los contadores queremos una nueva etapa para los servicios contables y los contadores.

Hemos creado una nueva y revolucionaria forma de hacer negocios en las oficinas de servicios contables, hemos redescubierto los valores que sustentan cualquier negocio y garantizan progreso futuro y prosperidad de las empresas y los contadores.

El motor de esta transformación será la confianza, ella nos impulsará a la acción innovadora que necesitamos. Les contare en el próximo artículo cómo lo haremos juntos…

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