Que cualquier inconsistencia tributaria puede escalar rápidamente a una investigación penal, salvo que se actúe de forma proactiva, aportando antecedentes al SII antes de ser denunciado.
Que la reputación corporativa, la continuidad operativa y hasta la responsabilidad de los ejecutivos pueden verse comprometidas si la organización no cuenta con procesos de control tributario sólidos.
💡 Este no es un asunto contable. Es un tema de gobernanza, ética y prevención.
Hoy más que nunca, las organizaciones necesitan:
✅ Una cultura de integridad que parta desde el directorio.
✅ Protocolos claros para detectar riesgos fiscales internos.
✅ Supervisión activa sobre lo que se firma, declara o representa al SII.
✅ Respaldo documental y decisiones bien fundadas.
✅ Y, sobre todo, una actitud preventiva, no reactiva.
🔍 Reflexión clave para directorios y gerencias:
¿Tenemos la capacidad interna para identificar, reportar y corregir errores antes que lo hagan otros por nosotros?
La nueva normativa cambia la cancha. El tiempo de actuar es ahora.