Los aires de recuperación económica y del mercado laboral están sintiéndose también con fuerza en la confianza de los consumidores, la cual mostró en septiembre un repunte importante respecto a los meses previos y alcanzó su mayor nivel desde septiembre de 2019, justo previo a que se derrumbara por la crisis social del 18 de octubre y sus consecuencias, y que luego fue golpeada además por la extensa crisis sanitaria.
Así lo muestra el último Índice de Percepción al Consumidor (Ipeco), elaborado por el Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo (UDD), el cual arroja que en septiembre la confianza de los consumidores experimentó un salto de 10,6 puntos respecto al mes anterior, llegando a 92,3 puntos (en índice con base 100 en 2001), incremento fuertemente influido por la visión de la situación actual, cuyo indicador subió 12 puntos, hasta 110,3, evolucionando desde un nivel “moderadamente pesimista” a uno “levemente pesimista”.
Por su parte, la confianza en el futuro (índice de expectativas) aumentó 10,2 puntos, pasando de “muy pesimista” a “moderadamente pesimista”.
Este aumento de la confianza de los consumidores tiene como contexto ya un par de meses de desconfinamiento y coincide con los mejores datos en la actividad económica y en el mundo del trabajo. De hecho, las noticias económicas vigentes durante el mes, al momento de realizar la encuesta, fueron mayormente positivas para la confianza de los consumidores: el Imacec de julio aumentó un 18,1% en doce meses y el empleo anotó un crecimiento de 15,2% en relación al mismo período de 2020, creándose más de 110 mil nuevos puestos de trabajo respecto al mes previo. Por otro lado, el Índice de Actividad del Comercio (IAC) aumentó un 4% en agosto, con lo que completó un incremento de 22,2% en doce meses. Asimismo, otras encuestas, como la Cadem, también han venido mostrando mejoras en la percepción de las personas respecto al devenir de la economía.
Detalles del indicador
De acuerdo al informe, el alza en la percepción del presente se debió a una marcada mejora en los dos elementos del indicador coyuntural. La visión sobre la situación económica actual subió 11,8 puntos, hasta 88 puntos, su mayor nivel desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020. Mientras, la sensación sobre el desempleo actual (que refleja la confianza sobre el mercado laboral) se elevó en 12,8 puntos, hasta 159,6 puntos, el nivel más alto desde septiembre de 2019. Así, en los últimos doce meses la confianza en la actualidad ha aumentado 59,7 puntos.
Respecto del índice de expectativas, su indicador sobre la percepción de la situación económica futura avanzó 3,8 puntos, aunque se mantuvo muy pesimista. Esto fue resultado de una caída de las visiones pesimistas y un aumento de las visiones neutrales. La percepción del desempleo futuro mejoró en 30,1 puntos, pasando de pesimista a levemente optimista. Finalmente, la percepción de los ingresos futuros aumentó 3,8 puntos, aunque se mantuvo pesimista.
Lo anterior, en un contexto en el que se anticipa que el crecimiento económico del próximo año sería mucho menor que el actual y ya no existirían tampoco las ayudas impulsadas durante la pandemia, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Asimismo, el mes pasado ya se registraba un aumento en la inflación, lo que fue refrendado por el alto IPC de septiembre -de 1,2%- dado a conocer el viernes último por el INE.
Con todo, en los últimos doce meses la confianza en el futuro ha aumentado 7,1 puntos, principalmente por la mejora en la percepción del desempleo futuro.
Por estrato socioeconómico, la mayor alza mensual se dio en el grupo C3, que pasó de 85,2 a 112,7 puntos. Le siguió el C2, que subió 7,3 puntos, hasta 90,3, y el D, que solo aumentó levemente 0,7 puntos, hasta 74,3. Por su parte, tanto el sector de mayores ingresos (ABC1) como el de menores ingresos (E) registraron bajas, de 4,1 y 3,4 puntos, respectivamente. Este último grupo es además el más pesimista en la actualidad.