La cifra significó un descenso de 3,1 puntos porcentuales (pp.) en doce meses, producto del alza de la fuerza de trabajo (4,5%), menor a la presentada por las personas ocupadas (8,1%). Por su parte, las personas desocupadas disminuyeron 26,9%, incididos por quienes se encontraban cesantes (-27,8%) y aquellos que buscan trabajo por primera vez (-18,3%).
Según sexo, la tasa de desocupación de mujeres se situó en 7,4%, y la de hombres en 7,1% decreciendo en doce meses 3,5 pp. y 2,7 pp., respectivamente.
Las personas ocupadas tuvieron un aumento de 8,1%, incidida tanto por las mujeres (11,7%) como por los hombres (5,7%). Por su parte, los ocupados ausentes, que representaron el 5,8% del total de la población ocupada, decrecieron 22,4%, equivalente a 144.398 personas.
La expansión de los ocupados fue influida por construcción (22,2%), comercio (8,5%) y alojamiento y servicio de comidas (30,9%), en tanto, por categoría ocupacional, el alza fue liderada por personas asalariadas formales (6,3%), trabajadoras por cuenta propia (16,7%) y personas empleadoras (20,5%).
La tasa de ocupación informal se situó en 28,3% con un incremento de 1,3 pp. en doce meses. Asimismo, las personas ocupadas informales aumentaron 13,3%, incididos tanto por las mujeres (21,9%) como por los hombres (7,4%) y por personas trabajadoras por cuenta propia (23,5%) y personal de servicio doméstico (39,5%).
Estacionalidad y volumen de trabajo
La tasa de desocupación ajustada estacionalmente elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural. En este sentido, el indicador estimado fue 7,7%, retrocediendo 0,2 pp. respecto al trimestre móvil anterior, como consecuencia del aumento de la fuerza de trabajo (0,4%) menor que el aumento de los ocupados (0,6%).
En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, ascendió 11,8%. De igual modo, el promedio de horas trabajadas creció 3,4%, llegando a 38,1 horas.
La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial (que mide el número de personas desocupadas más personas iniciadoras disponibles e inactivos potencialmente activos) alcanzó 15,3%, con una reducción anual de 6,3 pp. En los hombres se situó en 13,6% y en las mujeres 17,6%. La brecha de género fue 4,0 pp.
Región metropolitana
Por su parte, en la Región Metropolitana la tasa de desocupación del trimestre octubre-diciembre de 2021 alcanzó 8,0% disminuyendo 3,4 pp. en doce meses, producto del alza de 3,7% de la fuerza de trabajo, inferior en magnitud a la variación registrada por las personas ocupadas (7,8%). En tanto, las personas desocupadas se contrajeron 27,4%, incididos exclusivamente por quienes se encontraban cesantes.