Los beneficios de formalizar tu negocio:
Acceso a financiamiento y subsidios: Al formalizarte, puedes acceder a créditos bancarios, líneas de financiamiento y programas estatales que te permiten crecer y consolidarte.
Confianza y credibilidad: Un negocio formal genera confianza en tus clientes, proveedores e incluso inversionistas, lo que abre nuevas oportunidades.
Cumplimiento legal y seguridad: Formalizarse asegura que operes dentro del marco legal, evitando multas y sanciones.
Gestión financiera eficiente: Un negocio formal puede llevar un control más claro de sus ingresos y egresos, mejorando la planificación y la toma de decisiones.
Participación en mercados más grandes: Como empresa formal, puedes participar en licitaciones públicas, trabajar con grandes empresas y exportar productos o servicios.
Contribución al desarrollo del país: Al formalizarte, contribuyes al desarrollo económico del país a través del pago de impuestos y la generación de empleo.
Protección para tu negocio y tu familia: Separar las finanzas personales de las empresariales protege tu patrimonio y brinda mayor estabilidad.
¡No más excusas!
En un contexto donde la digitalización y la regulación están avanzando, operar de manera informal
no solo es un riesgo, sino que te coloca en una posición de desventaja frente a tus competidores. Las autoridades están aumentando la fiscalización y control de las actividades informales, lo que significa que la categoría de “ilegales” ya no es tolerada como antes.