Artículo Opinión

24.10.2024

Entorno propicio para la corrupción y la malversación de fondos públicos: Falta de control de la Contraloría General de la República (CGR)

Entorno propicio para la corrupción y la malversación de fondos públicos: Falta de control de la Contraloría General de la República (CGR)

La corrupción y la malversación de fondos públicos son amenazas directas al bienestar de una sociedad. Cuando los recursos fiscales, que son escasos y esenciales para el desarrollo de un país, son desviados o mal utilizados, se genera un entorno de ineficiencia,  desconfianza e injusticia que impacta negativamente en la calidad de vida de la ciudadanía y la percepción de quienes Gobiernan. Para evitar que esto ocurra, el Estado debe contar con instituciones robustas que velen por la correcta gestión de los recursos públicos. En Chile, la Contraloría General de la República (CGR) tiene la responsabilidad de controlar y fiscalizar el uso de esos recursos, asegurando su adecuada asignación y ejecución. ¿Y el control?

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de la CGR, el sistema actual de control en muchas ocasiones se ha enfocado principalmente en verificar el cumplimiento legal y que los gastos no excedan el presupuesto asignado. Este enfoque, si bien es necesario, no es suficiente para asegurar el uso eficiente y transparente de los recursos fiscales, lo que crea un entorno propicio para la corrupción y la malversación de fondos públicos.

Limitaciones del enfoque actual de la CGR

Uno de los principales problemas es que la fiscalización se realiza a través de la revisión de documentos justificativos (papeles), en lugar de aprovechar plenamente la digitalización de los hechos económicos y la contabilidad gubernamental, que es la herramienta más completa y precisa para registrar y controlar las transacciones de cualquier Institución La contabilidad no solo permite llevar un registro detallado de todas las transacciones, sino que también proporciona la trazabilidad necesaria para seguir el rastro de cada peso gastado, algo esencial para detectar posibles irregularidades en el uso de los recursos públicos.

El enfoque de la CGR se ha limitado, en gran medida, a verificar que las instituciones públicas no excedan lo asignado en el presupuesto y que los actos administrativos se realicen conforme a la normativa. Si bien esta verificación  es importante, deja un espacio vacío en el análisis profundo de la eficiencia, la eficacia y la transparencia con la que se están utilizando los recursos fiscales. La falta de un control basado en la contabilidad puede ocultar ineficiencias y malas prácticas, permitiendo que se realicen gastos innecesarios o injustificados que, aunque se ajusten a la ley, no representen un uso óptimo y correcto del dinero público.

Espacios para la corrupción y la malversación

La ausencia de un control exhaustivo a través de la contabilidad abre la puerta para la corrupción y la malversación de fondos, ya que:

1.- Falta de trazabilidad: Sin un control contable adecuado, se pierde la posibilidad de seguir de manera efectiva el rastro del dinero. Esto dificulta la detección temprana de desvíos de fondos, sobreprecios en contrataciones o pagos innecesarios, ya que no se cuenta con un sistema que permita identificar estos desajustes en tiempo real y oportuno.

2.- Cumplimiento legal sin eficiencia, ni control: El hecho de que los gastos cumplan con las normativas legales no garantiza que se estén utilizando de manera eficiente y correcta. Esto significa que, aunque no se excedan los montos presupuestados, los recursos podrían estar siendo mal gestionados o aplicados a proyectos con un impacto mínimo en la sociedad o indebidos, permitiendo que las irregularidades pasen desapercibidas.

3.- Débil rendición de cuentas: La contabilidad ofrece un marco claro para la rendición de cuentas. Al no usarla como herramienta principal de fiscalización, se reduce la transparencia en el uso de los recursos públicos, ya que los informes que presentan las instituciones pueden ser superficiales o insuficientes para mostrar el verdadero estado financiero.

4.- Corrupción sistemática: La falta de controles estrictos y basados en datos contables puede convertir la corrupción en un problema estructural. Los funcionarios o actores corruptos podrían aprovecharse de la falta de un control integral para desviar fondos a través de mecanismos difíciles de rastrear mediante auditorías tradicionales.

El rol de la contraloría general de la república

La Contraloría General de la República tiene un papel fundamental en la fiscalización del uso de los recursos públicos. Su misión es garantizar que estos se gestionen de manera transparente, eficiente y conforme a la ley. No obstante, para cumplir plenamente con este rol, es necesario que la Contraloría amplíe su enfoque de control e incorpore la contabilidad gubernamental como herramienta central en sus auditorías y fiscalizaciones.

La contabilidad no solo es un mecanismo de registro, sino una herramienta de control financiero que permite identificar posibles desviaciones y malos usos de los recursos. Al incluir un control contable en tiempo real y de manera integrada, la CGR podría detectar con mayor facilidad las irregularidades y cerrar los espacios que actualmente permiten la corrupción y la malversación.

Necesidad de un cambio en el enfoque de control

Para evitar que el sistema actual siga siendo propicio para la corrupción, es imperativo que la CGR reforme su enfoque y adopte un modelo de fiscalización más integral que combine el control legal y el control contable. Esto incluiría:

Acceso en línea  a los registros contables de las instituciones públicas, permitiendo una fiscalización continua y más detallada.

Auditorías más profundas basadas en el análisis de los datos contables, no solo en la verificación documental.

Uso de tecnologías del tipo business intelligence financiero,  de análisis de datos que permitan detectar patrones inusuales o potenciales fraudes dentro de los registros contables.

El control la base de la transparencia

El control contable es fundamental para asegurar que los recursos fiscales se utilicen de manera correcta y eficiente. Si la Contraloría General de la República no incorpora la contabilidad como una herramienta central en su fiscalización, seguirá existiendo un entorno que facilita la corrupción y la malversación de fondos públicos. Es necesario un cambio en la forma de fiscalizar, poniendo el énfasis no solo en el cumplimiento legal, sino también en el uso adecuado, eficiente y transparente de los escasos recursos fiscales que sustentan el desarrollo del país.

Autor: Jorge Valenzuela F.– Gerente General y Fundador de Transtecnia S.A.

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