El avance imparable de la inteligencia artificial (IA) y la automatización está transformando el panorama laboral a una velocidad sin precedentes. Según un reciente estudio del Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), más de 520.000 empleos relacionados con la contabilidad están en riesgo de desaparecer en el próximo año en Chile. Este fenómeno, que afecta principalmente a posiciones de bajo valor agregado, plantea un desafío crítico tanto para las empresas como para el Estado, y en particular para las oficinas contables que concentran estos tipos de empleos.
Un futuro incierto
Chile se encuentra en una encrucijada laboral, con la posibilidad de que hasta 2.6 millones de empleos se vean amenazados en los próximos 12 meses debido a la adopción de tecnologías disruptivas. Entre las 750 profesiones analizadas por el BID, las ocupaciones contables destacan por su alta exposición al reemplazo por la IA. Estos empleos, que a menudo incluyen bajos salarios, escaso nivel educativo y funciones administrativas, son los más vulnerables a la automatización.
Los trabajos más afectados incluyen a encargados de facturación, digitadores de datos y personal encargado de archivos. Aunque estas funciones son necesarias en el mundo Legacy, su contribución al crecimiento empresarial es mínima, lo que hace que su desaparición sea casi inevitable.
Oportunidades en la adversidad
La implementación de la IA en la contabilidad no solo representa un riesgo, sino también una oportunidad para reconfigurar el trabajo contable hacia roles más estratégicos y productivos. La automatización puede liberar a los profesionales contables de tareas repetitivas, permitiéndoles centrarse en la toma de decisiones informadas y el análisis de datos, funciones que requieren habilidades superiores y un pensamiento crítico esencial.
Sin embargo, contar con la contabilidad en la nube no es suficiente para evitar esta disrupción. La mera digitalización de procesos contables no garantiza la supervivencia de los empleos en un entorno cada vez más competitivo. Es fundamental que las empresas y los profesionales adopten un enfoque proactivo hacia la capacitación y la adaptación a nuevas tecnologías.