Hace 15 años reflexioné sobre el liderazgo en un contexto de transformación, donde el desafío principal de esos tiempos era equilibrar las exigencias operativas y estratégicas de una empresa en crecimiento. Hoy, en un mundo marcado por la digitalización y el avance de la Inteligencia Artificial, donde lo más escaso parece ser el tiempo, esa reflexión sigue siendo una guía clave para los empresarios que buscan adaptarse sin perder de vista lo esencial: el valor de la introspección, el enfoque estratégico y el liderazgo humano.
El aprendizaje de ayer: Transformación personal y organizativa
En 2010, a mis 55 años, enfrenté el agotamiento como CEO y una sensación de desconexión con mi equipo y mis clientes. Entendí que, para progresar, debía reinventar no solo la estructura de mi empresa, sino también mi estilo de liderazgo. El primer paso fue un enfoque estratégico en productos y servicios con ventajas competitivas, seguido por la adopción de tecnología que permitierá optimizar procesos. Sin embargo, lo más importante fue cultivar un liderazgo reflexivo y cercano, que inspirará confianza, autonomía y una propuesta de valor centrada en la innovación.
El desafío de hoy: Liderar en la era digital
El tiempo pasó rápidamente, y en 2025, el panorama es aún más desafiante y complejo. La tecnología ha transformado nuestras vidas, con herramientas como la Inteligencia Artificial que revolucionan la forma en que operamos y tomamos decisiones. Sin embargo, el éxito empresarial sigue dependiendo de la capacidad de los líderes para conectar con sus equipos, fomentar la creatividad y tomar decisiones estratégicas acertadas, aprendiendo de cada experiencia.
Puerto Varas sigue siendo el lugar ideal para encontrar ese equilibrio. Aquí, la tranquilidad y belleza natural ofrecen tiempo y espacio para una reflexión profunda, mientras que la conectividad digital permite mantener el control sobre operaciones y decisiones estratégicas.