La Contabilidad es una de las herramientas más importantes para la gestión de cualquier empresa, independientemente de su tamaño o sector de actividad. Desde la antigüedad, el ser humano ha buscado formas de registrar y controlar sus operaciones comerciales, pero fue en el siglo XV cuando la contabilidad empezó a tomar forma como disciplina científica. En aquel entonces, las empresas utilizaban herramientas manuales para llevar sus libros contables, lo que implicaba mucho esfuerzo y trabajo humano. Con el paso del tiempo y la evolución de la tecnología, la contabilidad ha ido experimentando importantes cambios, que han permitido mejorar la eficiencia y la calidad del control de las operaciones empresariales.

 

 

La contabilidad tradicional se caracteriza por ser una forma manual de llevar los libros contables de una empresa. En este proceso, se registran todos los hechos económicos y las operaciones financieras de la empresa en libros contables, lo que permite tener una información precisa de los registros de ingresos y gastos de la organización. Sin embargo, este proceso es muy laborioso y requiere mucha dedicación y enfoque, esfuerzo que no genera mayor valor por parte de las empresas, al entenderlo a veces; como labores administrativas que hay que cumplir sin mayor aporte de valor al negocio. Por esta razón, muchas empresas optan por externalizar los servicios de contabilidad, permitiendo así cumplir con la exigencia de llevar los libros contables y sustentar la información necesaria para el cumplimiento de los impuestos.

 

En la década de 1970, la contabilidad fue utilizada por muchos países para controlar y fiscalizar el cumplimiento de las obligaciones fiscales de las empresas. En esta etapa, la contabilidad era vista como una herramienta para los auditores fiscales y se usaba principalmente para velar por el cumplimiento de las obligaciones tributarias. En este período, las empresas se enfocaban principalmente en cumplir con sus obligaciones fiscales traducidas en la realización de los balances fiscales y la presentación de impuestos.

 

 

A partir de la década de 1980, la contabilidad empezó a adquirir un enfoque más gerencial, transformándose en una herramienta de gestión empresarial. Comenzó a generarse una mayor atención en los informes contables como insumos para la toma de decisiones empresariales. Las empresas empezaron a utilizar la contabilidad como una herramienta para gestionar y controlar sus operaciones financieras, y no sólo para cumplir con las obligaciones fiscales.

 

 

Con la llegada de la informática en los años ’90, la contabilidad tuvo un cambio drástico en su funcionamiento, lo que la condujo a la digitalización. Este cambio representó una evolución evidente y notoria en la forma en que se gestionaban y registraban las cuentas de las empresas. La digitalización de la contabilidad permitió la automatización del proceso, lo cual permitió una mayor agilidad en la organización y sumado al tratamiento que se permitía de los datos financieros, aceleró la tramitación y disminución de errores y problemas de manejo de los datos financieros de las empresas. De esta manera, la contabilidad digital permitió a las empresas una mayor optimización en el control y gestión de sus operaciones financieras.

 

 

La llegada de la inteligencia artificial y de la transformación digital, en la era de la llamada 4ª Revolución industrial, está impactando de manera notable en la contabilidad como lo hace en todo lo que compone la actividad económica de las empresas. La contabilidad digital inteligente agrega un nuevo enfoque y posibilidades impensables sólo hace unos años. Este tipo de contabilidad tiene la capacidad de generar informes en tiempo real, proporcionando datos y análisis precisos y útiles para los empresarios, en base a datos de la contabilidad, estadística y matemáticas avanzadas. De esta manera, se pueden obtener informes financieros actualizados, más eficaces, precisos y útiles para la toma de decisiones empresariales.

 

 

La contabilidad es una herramienta clave para la gestión empresarial y esto ha sido evidente en la evolución, transformación y digitalización de la contabilidad. La contabilidad digital inteligente, representa una nueva era de la contabilidad, enfocada en la toma de decisiones empresariales y el control de las operaciones, permitiendo una mayor eficacia, precisión, oportunidad y un mayor desempeño empresarial. Por lo tanto, el impacto de la contabilidad en la gestión empresarial es innegable. De esta manera, se establece una poderosa y mayor planificación corporativa sobre las finanzas de una empresa, logrando un aumento en la eficiencia operativa de las empresas, la toma de decisiones empresariales estratégicas, y en el mejoramiento en los estándares de calidad y productividad de las empresas.

 

En conclusión, la contabilidad ha sido un medio vital en la gestión empresarial y ha evolucionado constantemente en respuesta a las demandas de las empresas y los cambios en la tecnología. Desde la contabilidad manual de antaño, pasando por la digitalización y la contabilidad digital inteligente de hoy en día. Las empresas que tomen nota de estas evoluciones y se adapten a los cambios tendrán una ventaja competitiva y serán capaces de prosperar en el mercado actual, el desafío ahora no estará en “hacer la Contabilidad”, el desafío estará primero, en saber que la Contabilidad es la ÚNICA fuente contable que contiene todos los hechos económicos de su empresa y desde ahí permite generar dashboards financieros en tiempo real, sin la necesidad de “pedir” un balance al contador, balance que si aún no es capaz de entender su estructura y contenido, No se preocupe, con un solo click, la inteligencia de negocio será capaz de ayudarle.

 

Esto pareciera ser el futuro de la Contabilidad, pero la noticias es que esto ya es el presente reflejado en la nueva Plataforma de Inteligencia de Negocios PIN.