Emprender no es fácil, nunca lo ha sido.
Emprender no es solo tener una idea, ni vender un producto.
Tampoco es inscribirse en el SII y emitir una boleta.
Eso puede hacerlo cualquier comerciante.
Emprender es otra cosa.
Es un camino complejo, lleno de variables, dudas, ajustes y aprendizajes.
Pero desde mi experiencia, hay tres preguntas fundamentales que pueden marcar la diferencia entre tener un emprendimiento… o solo estar haciendo comercio:
📌 ¿Por qué quiero ser emprendedor?
La motivación importa.
¿Es solo por necesidad, por salir del sistema, por ganar dinero?
¿O es porque realmente tienes una idea que crees puede aportar valor a otros?
La respuesta a esta pregunta define tu dirección y tu resiliencia.
📌 ¿Por qué yo?
Este es el examen de humildad y de coraje.
¿Por qué tú? ¿Qué sabes que otros no saben? ¿Qué te mueve más allá del dinero?
¿Estás dispuesto a aprender, caer, levantarte y volver a intentarlo?